Enfoques de trabajo

Oriento la Psicoterapia desde un enfoque integrador, combinando el enfoque Humanista, el Sistémico y el Psicodrama, los cuales tienen en común que entienden a las personas desde una perspectiva relacional.

Enfoque Humanista

El enfoque Humanista contempla al ser humano en su totalidad, y confía en sus posibilidades de desarrollo. Confía plenamente en las habilidades y recursos de las personas para avanzar hacia su propia salud y bienestar.

La Psicoterapia Humanista permite profundizar en los conflictos personales, poner conciencia en las dificultades y desarrollar los propios recursos para afrontarlas. El papel del terapeuta es el de acompañar (mediante una actitud empática, de autenticidad y de aceptación incondicional) y facilitar el proceso de cambio, respetando siempre el ritmo de cada persona y sus necesidades individuales.

 

 

Enfoque Sistémico

El enfoque Sistémico es un paradigma que concibe al ser humano como parte de sistemas de relaciones, en constante interacción y evolución. A la hora de intervenir sobre los problemas de las personas, cuenta con una visión amplia que tiene en cuenta la influencia mutua entre el individuo y los distintos sistemas de los que forma parte: la pareja o familia actuales, la familia de origen y familia extensa, el contexto educativo o laboral, el contexto sanitario o de servicios sociales, etc. Es decir, plantea una visión relacional que permite comprender con mayor claridad y profundidad los problemas del individuo, familia o pareja.

 

Psicodrama

El Psicodrama es una forma de psicoterapia que promueve, encauza y desarrolla el crecimieno personal, pudiendo aplicarse en el tratamiento de diversos problemas emocionales. En ella las personas actúan los acontecimienos relevantes de su vida, en vez simplemente hablar sobre ellos, favoreciendo así el contacto con los sentimientos y pensamientos. Se utilizan diversas técnicas dramáticas guiadas por ciertos principios y reglas. Éstas están destinadas, según lo requerido por el proceso, a uno o más de los siguientes objetivos psicoterapéuticos principales:

 

  • Darse cuenta de los propios pensamientos, sentimientos, motivaciones, conductas y relaciones.
  • Mejorar la comprensión de las situaciones, de los puntos de vista de otras personas y de nuestra imagen o acción sobre ellas.
  • Investigar y descubrir la posibilidad y la propia capacidad de nuevas y más funcionales opciones de conducta (nuevas respuestas).
  • Ensayar, aprender o prepararse para actuar las conductas o respuestas que se encontraron más convenientes.